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Packera candidissima
Asteraceae
Chucaca, chukaka, chichaka, chicúa, chucá, pies de gato, hierba de milagro, lechuguilla, miracle tea, té milagro, Chihuahua groundsel* (Quattrocchi, 2012; White, 2002; Cardenal-Fernández, 2007; Pereda-Miranda, 1995).
*Proponemos esta designación, debido a que, a nuestro conocimiento, no existe un nombre común para esta especie en inglés.
Otra especie muy parecida, P. bellidifolia, también conocida popularmente como “chukaka”, posee propiedades terapéuticas muy parecidas y a veces se incluye junto con la lechuguilla en una combinación herbaria que se vende en los mercados de Ciudad Juárez, entre otros mercados de México, conocida comúnmente como “té milagro” (Fregoso-Serrano et al., 2012; Quattrocchi, 2012; Bah et al., 1994).
Esta planta perenne y de flores amarillas crece en la sierra Tarahumara de Chihuahua, México. Diversas especies del género Packera se encuentran distribuidas en varias partes del norte de México y suroeste de los Estados Unidos (Allred and Ivey, 2012; Quattrocchi, 2012; Mabberley, 2008; Cardenal-Fernández, 2007).
La planta entera.
La planta entera se corta y se inmersa en agua caliente para hacer un té (infusión). Además, la planta seca puede cocerse en agua (decocción), para también tomarse como té o bien aplicarse externamente (Cardenal –Fernández, 2007; Pereda-Miranda, 1995).
La planta entera se hierve en agua (decocción) y después se aplica externamente en emplastos o en cremas contra golpes o afecciones de la piel, incluyendo infecciones, erupciones y sarna. Se hacen enjuagues (duchas) vaginales con el té para combatir infecciones debidas a hongos o bacterias. Además, se ponen pedazos de la raíz en los dientes para combatir la caries y aminorar el dolor de muelas. Internamente se toma como té (de sabor amargo) para el tratamiento de enfermedades de los riñones, las úlceras gástricas y las enfermedades venéreas. También se toma el té como purgante (Quattrocchi, 2012; Cardenal-Fernández, 2007; Pereda-Miranda, 1995).
Ensayos químicos con ambas especies de “lechugilla” o “chukaka” (P. candidissima y P. bellidifolia) han detectado la presencia de cantidades muy altas de peligrosos compuestos nitrogenados conocidos como alcaloides pirrolicidínicos. En experimentos con animales, se ha comprobado que estos compuestos son muy tóxicos para el hígado e incluso cancerígenos si se ingieren por periodos prolongados de tiempo. Aunque todavía no se conocen casos de intoxicaciones humanas debidas al uso estas plantas, el riesgo definitivamente existe, especialmente si se ingieren durante varios días, por lo cual no es recomendable su uso tanto interno como externo (Roeder et al., 2015; Samuelsson and Bohlin, 2015; Teschke and Eickhoff, 2015; Pereda-Miranda, 1995).
Antes que decida tomar alguna planta medicinal o suplemento herbario, asegúrese de consultar primero con un profesional de la salud. Evite el autodiagnóstico y la automedicación: ¡Sea precavido (a)!